Karma y rankings legales

Springer, conocida editorial suiza donde todos los PhD del mundo quisieran publicar sus obras, dejó a muchos estupefactos. De pasar a vender caros libros de ciencias del comportamiento, economía, medicina, psicología y tantas otras áreas del saber, ofreció descargar gratuitamente un sinnúmero de títulos, a modo de apoyo en tiempos de COVID-19.

Ya volverán a comprarle como antes,  y la marca quedará en la retina de muchos como “buena”. Poniendo esta estrategia de marketing en contexto, está la masiva discusión de cómo editoriales académicas que no tienen open access (acceso abierto a las publicaciones académicas, el cual puede ser gratuito o libre, otra distinción) impiden el rápido avance de la investigación científica, o al menos la encarecen.

Buenos actos y retribución

Saltemos ahora a otro público, el de los millones de personas que creen en el karma (entendido como “buenos actos”). De acuerdo al concepto, palabras y pensamientos se te devolverán, pues como sea el comportamiento de cada individuo así será la retribución que le corresponda. Aplicando la teoría del karma a Springer, podría entonces predecirles un futuro sólido. De hecho, contrariamente a las políticas generales de otras grandes editoriales académicas, el grupo había permitido el acceso abierto a parte de su catálogo por medio de Springer Open y de Palgrave Macmillan, otras de sus ramas editoriales. 

Puede que cause sorpresa, pero el ciclo kármico de causa y efecto es aplicable al mundo de los rankings legales. En particular cuando se piensa en Best Lawyers/Chile, un ranking que se sale de la norma. En este, cualquiera —incluso los clientes— nomina a cualquiera, salvo a sí mismo. Su metodología muy clara nos gusta, pues en Best Lawyers quienes finalmente evalúan y eligen a los mejores, son pares. 

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Best Lawyers: ¿a quién nombrar y cómo opera la selección?

Es, pues, el momento de practicar la solidaridad encarnada en ese dicho popular: “Hoy por ti, mañana por mí”. ¿A quién nombrar? A aquella contraparte que mostró amabilidad y fair play en medio de una contienda a muerte; al/a la abogado/a del estudio competidor que se respeta por su experiencia, manejo o conocimiento técnico; al/a la asociado/a que sueña con la doctrina y trabaja como ninguno; a quien debería ser ensalzado/a pues no solo es notable, sino que hace esfuerzos por la inclusión y diversidad; a quien destaca en su área de práctica y por sus horas dedicadas al pro bono, y así.  Reconocer la excelencia de otros es, al fin y al cabo, practicar la justicia.  

¿Cómo opera la selección de Best Lawyers? Nos lo resume Katie Morgan, encargada de Relaciones Públicas del ranking.  Entre otras cosas, dice: “La primera etapa de nuestra metodología es nombrar a un abogado. Significa que se recomienda que ese abogado figure en la votación final. El proceso de nominación es simple, basta llenar un breve formulario. Luego se generan papeletas con nombres y se envían a quienes fueron reconocidos por dedicarse a las prácticas en cuestión y de la jurisdicción pertinente, en la última edición de Best Lawyers/Chile”. 

Morgan continua explicando: “Les hacemos la siguiente pregunta: Si no pudiera Ud. tomar un caso, ¿cuán probable es que lo derivase a la persona nominada? Luego, se asigna a cada nombre un puntaje de 1 a 5, con espacio para incluir comentarios.

Las personas nominadas el año anterior no solo votan, también sus nombres son incluidos en las papeletas, aunque no se verán a sí mismo, dado que no permitimos el auto voto. Finalmente, la votación pasa por un algoritmo y se confirma la corrección de la información de los abogados”. 

¡Los retamos a todos/todas a votar! Esta puede ser una oportunidad de finalmente recordar al grande de John Lennon, y lograr “Instant Karma” a su favor. Finalmente, “It’s up to you…”.

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