Los clientes ven una brecha de innovación en la industria legal según publica un reciente informe, que revela que “el 69% de las firmas de abogados no habían avanzado en innovación durante los últimos 12 meses”. El estudio jurídico 2.0 (o el estudio de abogados 3.0 como lo definen algunos) no es simplemente una cuestión de inversión o adopción tecnológica, sino de visión.
¿Cómo se llega al estudio jurídico digitalizado?
A medida que las firmas de abogados luchan por pasar de ser proveedores de la ley analógicos (un avance que se nota en el despliegue de teléfonos inteligentes, tabletas y portátiles, así como en su estrategia de marketing online, sus facturas digitales o sus comunicaciones por email) para convertirse en proveedores de servicios digitalizados, surgen muchas dudas.
Hay quienes no están muy seguros de si quieren pensar en el estudio jurídico 3.0. o el derecho digital. Saben que eso implicaría cambiar fundamentalmente su modelo de negocio para anticipar la forma en que los clientes desean contratar sus servicios en el futuro, así como el tipo de servicio que esperan.
Pero quienes tienen vocación de líderes lo ven claro. Ya están pensando en cómo aprovechar las nuevas posibilidades de la tecnología o en la manera de implementar la más reciente innovación. Saben que sus elecciones pueden definir sus carreras y reinventar la forma en que se practica y se entrega la ley.
Pero no todo el mundo tiene la misma visión y, dentro de la industria legal, a veces hay que luchar contra la tradición y la rigidez de procesos heredada. Para lograr avanzar hacia el estudio jurídico 3.0, sería necesario:
- Definir objetivos. Y no quedarse ahí, sino también plantear las estrategias que permitirán alcanzar esas metas, teniendo en cuenta los nuevos roles, las herramientas y los medios al alcance de la firma de abogados.
- Analizar tendencias y planificar en consecuencia. En la transformación digital del estudio jurídico pueden plantearse nuevos retos y se pueden vivir momentos de incertidumbre. El riesgo se minimiza si se cuenta con la capacidad de predicción adecuada, se está al día de la realidad del sector y sus nuevas corrientes y se tiene la agilidad para introducir los ajustes necesarios en el momento preciso. Por supuesto, también hace falta ir resolviendo los problemas que ya se tienen, pero sin perder de vista ese objetivo más amplio.
- Realizar evaluaciones dirigidas a la mejora continua en toda la práctica. Existen muchos instrumentos que facilitan esta labor y permiten averiguar en qué punto se encuentra la firma de abogados. Encuestas de satisfacción del cliente, evaluaciones 360 para abogados, acciones posteriores a la conclusión de asuntos importantes o evaluaciones periódicas de los resultados son algunas de ellas. Algunas soluciones software permiten también recoger datos del día a día del ejercicio. Esta información resultará muy útil para los propios profesionales a la hora de mejorar su rendimiento y a la dirección del estudio jurídico para tomar mejores decisiones de gestión.
- Automatizar. No es cierto que cada asunto que manejamos sea único y requiera toda nuestra atención. De hecho, en realidad, la aplicación de nuestro juicio a los hechos es quizás una proporción mínima de todo lo que hacemos. ¿Por qué? Porque pasamos la mayoría de nuestro tiempo en cosas que podrían ser automatizadas, procesadas, sistemáticamente o subcontratadas. Elegir el software adecuado, por ejemplo, libera una cantidad de tiempo muy valiosa que puede destinarse a ofrecer un mejor servicio al cliente.
Es el momento de evaluar cómo se ve el futuro del estudio jurídico y actuar en consecuencia. ¿Deseas producir resultados mucho mejores para los clientes? ¿Quieres volver a dedicarte a lo que verdaderamente agrega valor a tu profesión y no a tediosas tareas repetitivas? Este es el momento.
1 comentario
Septiembre 9, 2021 7:43 pm
Estoy interesado en Estudio Jurídico Online, pero no entiendo muy bien estas nuevas ofertas
Deja un comentario