Salarios inferiores, insuficiente representación y dificultades para la promoción de carrera son algunos de los obstáculos que se plantean a las mujeres abogadas a lo largo de su trayectoria profesional. Pero los tiempos están cambiando y los últimos meses, la pandemia nos ha enseñado que en la dificultad se encuentra el germen de la oportunidad. Por ejemplo, las políticas de trabajo flexibles que muchas firmas de abogados han implementado a causa del COVID19, han mejorado las perspectivas profesionales de las mujeres en el sector.
Dicho esto, no puede olvidarse que el alto rendimiento solo se puede lograr en una cultura en la que se valore la diversidad, se fomente la participación y se anime a compartir ideas únicas y perspectivas diversas.
Los estudios legales necesitan personas con la capacidad de abordar desafíos, resolver problemas y tomar decisiones y ver oportunidades de manera diferente. Hombres y mujeres abogadas.
Al atraer y retener al mejor talento se puede brindar a los clientes el asesoramiento más acertado e innovador. ¿No confirmaba un estudio de Harvard que los equipos que incluían mujeres eran más inteligentes? Entonces no hay motivo para privarse de esta ventaja.
En todos los países existen ejemplos de mujeres abogadas famosas y el legado que dejan nos confirma la necesidad de apoyar su desarrollo profesional en las firmas. Pero ¿cómo? La mayoría de los países europeos (incluyendo Francia, España e Italia) ya han legislado cuotas. Por ejemplo, Alemania ha instituido una cuota del 30 por ciento para sus empresas más grandes (The Practice – Harvard).
Cultura y compromiso pueden ser igual de efectivos, si no más. Además, el género es solo una parte del espectro a considerar, ya que existen otros tipos de diversidad en los que hace falta ser inclusivos. No es una excepción, ni un lujo, sino una necesidad para seguir adelante.
La aportación de las mujeres abogadas a las firmas puede resultar determinante para su éxito. Así lo demostraron estas famosas juristas, figuras históricas de reconocimiento mundial:
Según la Asociación de Abogados de Estados Unidos, “las mujeres representan ahora alrededor del 35 por ciento de todos los abogados, en comparación con el 28 por ciento en 2000”. Si bien las mujeres siguen estando infrarrepresentadas ante la ley, se ha avanzado mucho desde que Arabella Mansfield se convirtió en la primera mujer admitida en un colegio de abogados en los EE. UU., en 1869. Las abogadas ahora constituyen una cuarta parte de los juristas en las empresas Fortune 500 y están aumentando su representación en los Tribunales.
En América Latina, las mujeres abogadas representan el 27% de los profesionales en ejercicio. ¿Cuántas de ellas serán las próximas nominadas a los premios Women in a Legal World?
Según un estudio de la Asociación Nacional de Mujeres Abogadas, las mujeres representan solo el 17 por ciento de los socios de capital de los bufetes de abogados. También abundan las disparidades de ingresos.
Si bien en el sector público casi podría hablarse de paridad en algunos países, en todos los demás entornos laborales están sujetos a una brecha de género sustancial que continúa ampliándose a lo largo de la carrera profesional, llegando a cifras que invitan a reflexionar, como las que confirman los estudios que registran un salario un 20% superior en hombres que en mujeres. Son los abogados hombres los que tienen más probabilidades de llegar a socios de las firmas en las que trabajan, en concreto, de dos a cinco veces más (The Practice – Harvard).
Un estudio reciente encargado por el Banco Mundial titulado “Las mujeres, las empresas y el derecho 2020” destacó que en los últimos 10 años la mayoría del mundo se ha acercado más a la igualdad de género ante la ley. ¿Las malas noticias? Un hallazgo clave del informe dijo que, en promedio, las mujeres tienen solo las tres cuartas partes de los derechos legales otorgados a los hombres.
Estas disparidades pueden explicarse en parte por el hecho de que la ley, similar a la política, los negocios, la tecnología y las ciencias duras, sigue siendo muy homogénea.
Recomendaciones para las futuras mujeres abogadas:
Christina Blacklaws, durante su cargo como Presidenta de la Sociedad de Abogados en 2019, declaró: “Para que las futuras abogadas alcancen puestos de liderazgo senior al mismo ritmo que los hombres, la cultura laboral de los bufetes de abogados debe adaptarse tanto a hombres como a mujeres. Como profesión que se esfuerza por defender la justicia, el sector legal debe estar a la vanguardia de la lucha por la igualdad en el lugar de trabajo”.
Está todo dicho, pero queda mucho por hacer.