La nueva Ley de Protección de Datos Personales (Ley 21.719) transformará la forma en que las organizaciones chilenas gestionan la información de las personas.
Más allá de un ajuste legal, la norma exige transparencia, trazabilidad y responsabilidad activa en el tratamiento de datos.
En este contexto, surge un término clave para toda empresa que busca cumplir con la ley: el RAT o Registro de Actividades de Tratamiento.
Pero ¿qué significa realmente?, ¿por qué es tan relevante? y ¿cómo la tecnología, especialmente la inteligencia artificial, puede facilitar su gestión?
¿Qué es el RAT y por qué es obligatorio según la nueva Ley de Protección de Datos Personales?
El RAT (Registro de Actividades de Tratamiento) es el documento que acredita cómo una organización recopila, utiliza, almacena y elimina los datos personales que gestiona.
Según la Ley 21.719, toda empresa deberá mantener este registro actualizado, trazable y disponible para la autoridad, demostrando que cumple con los principios de licitud, finalidad y proporcionalidad.
En la práctica, el RAT se convierte en la columna vertebral del cumplimiento normativo:
- Permite identificar qué datos se tratan y con qué propósito.
- Define responsables y medidas de seguridad aplicadas.
- Facilita auditorías, fiscalizaciones y reportes.
El problema es que, sin herramientas adecuadas, su gestión manual puede volverse lenta, costosa y propensa a errores.
Los desafíos de las empresas al crear y mantener el RAT
En la mayoría de las organizaciones, las áreas legales o de compliance aún dependen de planillas y correos para registrar la información.
Esto genera varios dolores operativos:
- Falta de visibilidad sobre qué áreas están cumpliendo.
- Procesos dispersos y sin trazabilidad entre equipos.
- Duplicación de registros y errores humanos.
- Riesgo de sanciones (entre 5.000 y 20.000 UTM) por no contar con evidencia al día.
Además, las empresas suelen enfrentar fiscalizaciones más estrictas y una creciente presión pública por la protección de los datos personales
Cómo la IA puede ayudarte a gestionar el RAT de forma más eficiente
Mantener el Registro de Actividades de Tratamiento (RAT) actualizado puede ser un desafío incluso para las organizaciones más estructuradas. Por eso, cada vez más áreas legales están recurriendo a soluciones de inteligencia artificial para automatizar tareas, reducir errores y obtener una visión completa del cumplimiento.
Una herramienta con capacidades de IA puede:
- Sugerir registros iniciales en función del tipo de tratamiento y la industria.
- Guiar a cada área paso a paso para completar la información faltante.
- Detectar inconsistencias o datos incompletos antes de una fiscalización.
- Vincular automáticamente las evidencias que respaldan cada registro.
Gracias a la automatización y la trazabilidad, el cumplimiento deja de ser un proceso manual para transformarse en una gestión continua, auditable y mucho más ágil.
La visión de LemonFlow: digitalizar el cumplimiento desde el centro del negocio
En este escenario, LemonFlow propone un enfoque distinto: llevar la gestión del cumplimiento a un entorno totalmente digital y colaborativo.
El módulo de Ley de Protección de Datos Personales integra el RAT con formularios, checklist y dashboards, todo asistido por IA, para ofrecer una experiencia guiada que simplifica la carga operativa y aumenta la confianza.
Con esta herramienta, las empresas pueden:
- Centralizar toda la información del cumplimiento en una sola plataforma.
- Visualizar el progreso por área o tipo de tratamiento de datos.
- Reducir la dependencia de consultores externos y evitar planillas manuales.
- Demostrar cumplimiento con evidencia verificable ante auditorías o fiscalizaciones.
De esta forma, LemonFlow convierte la preparación ante la nueva Ley de Protección de Datos Personales en una oportunidad para trabajar con mayor transparencia y control.
Del cumplimiento manual al cumplimiento inteligente
La entrada en vigor de la Ley 21.719 marca un nuevo estándar para las organizaciones. Hoy, cumplir no es suficiente, es necesario poder demostrar cómo se protege y gestiona cada dato.
En ese escenario, el RAT se consolida como la base de la transparencia, y la tecnología como el medio más confiable para alcanzarla. Digitalizar la gestión del cumplimiento no solo mejora la eficiencia, sino que impulsa una cultura empresarial más responsable y preparada para el futuro.
Con LemonFlow, este proceso se vuelve simple, seguro y trazable, permitiendo a las organizaciones cumplir con la Ley de Protección de Datos Personales y avanzar con total confianza.
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