En el año 2025 el cumplimiento normativo se ha convertido en un requisito esencial para la operación de las instituciones financieras en Latinoamérica. Con la entrada en vigor de nuevas normativas, como la Ley de protección de datos personales, las entidades deben demostrar que gestionan los datos de manera segura, transparente y trazable.
En ese contexto, las gerencias legales y de compliance necesitan una hoja de ruta clara para saber qué revisar y cómo prepararse. Aquí te compartimos un checklist práctico para iniciar ese proceso.
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Inventario de datos personales
El primer paso del cumplimiento es saber exactamente qué datos recolecta tu institución financiera. Esto incluye:
- Datos de identidad financiera: cuentas, tarjetas, historiales crediticios.
- Información biométrica usada en procesos de autenticación.
- Datos de contacto y perfiles transaccionales.
Un inventario actualizado es la base para demostrar a auditores o autoridades cómo gestionas la información sensible.
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Contratos con proveedores y terceros
La Ley de protección de datos personales establece que la responsabilidad no se transfiere cuando trabajas con aliados estratégicos. Si tu institución financiera utiliza servicios de cloud, fintechs o proveedores de biometría, debes asegurarte de que sus contratos:
- Incluyan cláusulas de confidencialidad y seguridad.
- Establezcan responsabilidades claras en caso de brechas de datos.
- Permitan auditorías o revisiones periódicas.
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Políticas de consentimiento
Un consentimiento genérico ya no es suficiente. Las instituciones financieras deben garantizar que los clientes:
- Reciban información clara y accesible sobre cómo se usarán sus datos.
- Puedan otorgar o retirar su consentimiento de manera sencilla.
- Accedan a canales digitales para ejercer derechos como el “derecho al olvido” o la rectificación de datos.
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Procedimientos de respuesta rápida
La tendencia en LATAM es clara, refiriéndose a que los plazos para responder solicitudes de clientes y notificar brechas de datos se acortan cada vez más. Tu checklist debe contemplar:
- Protocolos internos para solicitudes de acceso, corrección o eliminación.
- Tiempos máximos de respuesta adaptados a la normativa local.
- Canales de comunicación estandarizados con clientes y reguladores.
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Auditorías internas y trazabilidad
El cumplimiento no se prueba con promesas, se prueba con evidencia. Por eso, las auditorías periódicas deben convertirse en práctica habitual:
- Revisión de registros de incidentes y respuestas aplicadas.
- Evaluaciones de impacto de nuevas tecnologías (ej. onboarding digital, biometría).
- Documentación lista para mostrar a la autoridad o a un auditor externo.
Conclusión
El checklist anterior es más que una lista de buenas prácticas, es la hoja de ruta mínima para que las instituciones financieras enfrenten con seguridad la Ley de protección de datos personales y otras normativas que ya se aplican en la región.
Quienes empiecen hoy no solo estarán cumpliendo, también estarán construyendo la confianza con sus clientes. En un mercado tan competitivo como el financiero, la verdadera ventaja no está en ofrecer más productos, sino en demostrar que cada dato está protegido con los más altos estándares de compliance.