Compliance penal: ¿aceptas el reto?

El compliance penal supone un desafío importante para empresas en todos los sectores ya que, aunque en muchos casos ya tenían programas de cumplimiento, en general, la mayoría tendían a ser algo funcionales y no estratégicos o proactivos. Pero, hoy día, se hace necesario darles más relevancia, puesto que de ello depende el futuro de la organización y, en este momento de cambio las firmas de abogados juegan un papel clave.

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¿Qué es compliance?

El cumplimiento normativo o compliance regulatorio consiste en observar los preceptos que imponen las leyes y regulaciones regionales, estatales, e internacionales relevantes para las operaciones de una empresa. Los requisitos específicos pueden variar, dependiendo en gran medida de la industria y el tipo de negocio, aunque el mayor reto tiene que ver con la actualización continua. Asegurarse de estar al día con los requisitos que impone la Ley es más sencillo cuando se cuenta con el respaldo de la tecnología, que automatiza algunas funciones alineando políticas y procedimientos corporativos con los nuevos preceptos, sin demora, sin riesgo.

El cumplimiento normativo difiere de otros aspectos del cumplimiento corporativo, en que, en este último caso, solo se hace referencia a la alineación con las políticas y normas internas. 

Si bien ambos son importantes para garantizar la integridad, la seguridad y el comportamiento ético en las empresas y ayudan a impulsar la responsabilidad en el lugar de trabajo, se trata de niveles distintos de obligación, con consecuencias también bastante diferentes, en caso de incumplimiento.

La necesidad de mejorar el compliance penal con el soporte de una firma de abogados

Hasta el momento, había relativamente poca necesidad de ayudar a las corporaciones a lidiar con sus problemas criminales, desarrollar programas estratégicos de compliance penal o investigar los problemas que podrían plantearse en este área.  

Pero con el avance de las tecnologías, la magnitud de algunos fallos ha crecido considerablemente de importancia, llegando a ámbitos extraterritoriales. Así sucede, por ejemplo, en los delitos penales en relación con los datos.

Se trata de una tendencia que se ha vuelto más pronunciada en los últimos tiempos y que suma preocupación a las empresas, que ya se veían afectadas por la incertidumbre, causada el descontento político, una faceta cada vez más importante del perfil de riesgo que tenían que gestionar, y uno de los principales impulsores de la dislocación en los negocios.

En cualquier país puede constatarse que el compliance penal ha adquirido una perspectiva diferente y más estratégica, algo que se nota a dos niveles:

1.       En términos del cumplimiento de negocio habitual, como mesura que debe realizarse.

2.       Como parte de la evaluación del riesgo de cumplimiento en las fusiones y adquisiciones.

Tecnología, datos y compliance penal

Enormes desafíos surgen en relación con la seguridad, gestión y transferencia de datos. El gran volumen y la complejidad de la información con la que las corporaciones deben lidiar es abrumador para muchos y también costoso.

Dada la velocidad y el alcance del ciclo de medios, la naturaleza viral de las acusaciones contra una empresa que no alcance el nivel exigible de compliance penal podría extenderse rápidamente, incluso antes de que la propia organización pudiera elaborar una respuesta convincente, por más proactiva que sea.

Es fácil subestimar el beneficio de tener una respuesta clara a una crisis o determinar cuánta preparación por adelantado puede evitar errores. Pero quienes no lo hagan serán los que aumenten sus garantías de futuro. En muchos casos, estas empresas recurrirán a firmas de abogados para asegurarse un apoyo y resultados equilibrados, así como la capacidad de trabajar en condiciones de minimización de riesgos a nivel internacional.

La forma en que se investiga y gestiona un problema puede ser tan importante como su solución y, por esta razón, tanto las empresas como sus abogados deben conservar la confianza de la Autoridad al mismo tiempo que aumentan la transparencia de sus programas de compliance penal.

En el contexto desafiante que vivimos actualmente, la profesión legal tiene la oportunidad de hacerse parte de la solución, en lugar de ser un componente más del problema. Aunque no existe una solución única para todos, las firmas pueden emplear sus habilidades y experiencia legal para entregar la mejor ventaja a las organizaciones, combinando su visión de las leyes y la efectividad de sus procedimientos automatizados, con un enfoque cultural y de negocio claro que priorice la ética.

¿Listo para tratar con los nuevos desafíos y lograr tus objetivos estratégicos, sin perder alineación con la ética y la moral? ¿Ya tienes un aliado para tu programa de compliance penal?

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