La relación entre un abogado y sus clientes siempre se ha basado en la confianza. Como resultado, los consumidores recurren a los profesionales de las leyes para gestionar sus asuntos y desavenencias personales de la manera más adecuada para ellos.
Actualmente, para esta atención el onboarding digital es la vía de mayor uso. De hecho, esta alternativa online se prefiere por encima de la costumbre de acercarse a la firma en persona para ese primer encuentro donde, antaño, era común reunirse cara a cara con su abogado.
Según datos de El Economista, “en México el 32% de los encuestados ha probado el onboarding digital, descubriendo que, abrir una cuenta de esta forma no lleva ni cinco minutos. Solo 2 de cada 10 en Chile, Colombia y Costa Rica, declaró ocupar 20 minutos o más, en el proceso”.
Gracias al desarrollo tecnológico que lo hace posible, la comunicación fluye naturalmente entre ambas partes y el cliente siente que está obteniendo un valor real por su inversión cuando todas las fases del proceso se realizan online, sin perder ni un ápice de valor en comparación con el onboarding tradicional.
Ahora que ha llegado la era digital, la relación abogado-cliente se enfrenta a la necesidad de actualizarse. Son los avances y la innovación los que permiten a ambas partes comunicarse de forma remota y en el momento que más les convenga.
Las firmas de abogados tienen que replantearse sus modelos de negocio para mantenerse al día con el mercado en evolución y para asegurar posicionarse por delante de la competencia. El onboarding digital es una de las formas de conseguirlo.
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¿Qué es onboarding digital?
El onboarding digital en la firma legal es un proceso en línea para atraer nuevos clientes. Durante el procedimiento, una persona se registra como cliente del estudio de abogados para acceder a sus servicios. Para ello, deberá facilitar su identificación y, en algunos casos, puede ser preciso aportar también información biométrica como un escaneo facial o una huella digital.
Beneficios del onboarding digital
El proceso de onboarding digital en la firma de abogados reduce el riesgo de fraude, haciendo que las transacciones sean más fáciles y rápidas, al tiempo que impulsa al sector hacia un conjunto claro de estándares en identificación digital.
Las firmas legales necesitan equilibrar una experiencia excepcional del cliente, con procesos que impulsen la eficiencia y les ayuden a alinearse con los requisitos de cumplimiento. Los métodos tradicionales de incorporación de clientes empleados en el sector a menudo están fragmentados y utilizan hasta cinco procesos para obtener información de múltiples sistemas.
Con la necesidad de validar la identificación, los documentos y, en algunos casos, la fuente de los fondos (como las firmas que aplican el KYC en México, Colombia, Perú, Chile y otros países de América Latina); el proceso tradicional generalmente se basaba en documentos físicos y reuniones cara a cara.
Cotejar esta información creaba una carga administrativa considerable, que aumentaba el tiempo de cualquier transacción, incrementaba el riesgo de error y reducía la transparencia. Ahora, con un onboarding digital, este proceso puede ser online, en minutos y de fácil validación.
Ejemplos de onboarding digital
Los ejemplos de onboarding digital en el sector legal se ven, tanto en el lado de los clientes externos, como en el del cliente interno.
Mientras que, en el primer caso toman forma de aplicaciones, ventanas emergentes o llamadas a la acción en la conversación de un chatbot desde las redes sociales o la web de la firma de abogados; en el segundo están ligadas también a la intranet del estudio, ya que su objetivo es proporcionar acompañamiento en cada nueva incorporación a la plantilla, durante las primeras semanas de su relación laboral (o mercantil) con la firma.
¿Cómo funciona el onboarding digital dentro de las firmas de abogados?
Para poder disfrutar de todas las ventajas del onboarding digital hace falta trabajar la cultura y avanzar en la transformación del estudio legal. No tendría sentido digitalizar una única faceta del recorrido del cliente (externo o interno) y, de hecho, hacerlo podría resultar contraproducente.
La automatización de procesos, como la facturación, es una manera de conectarnos innovadoramente con los clientes, sin errores, elevando la transparencia de la gestión y agilizando el proceso. Este nivel de experiencia encaja con las expectativas que se habían creado de la firma durante el onboarding digital.Por su parte, un software legal de seguimiento de casos confirma a las nuevas incorporaciones que la imagen que proyectaba la firma de abogados durante las fases de reclutamiento y selección con su proceso de onboarding digital, correspondía con la realidad de su día a día. La marca empleadora suma puntos cuando se comprueba que refleja una cultura abierta al cambio e innovadora.
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