La era digital: abogado enfocado en las tareas cognitivas

Estar al tanto de tus causas es vital para tu estudio, después de todo puede ser la diferencia entre ganar y perder un juicio y es la única manera de cumplir con los plazos solicitados por el Poder Judicial.

Probablemente, si eres abogado litigante, estás acostumbrado a trabajar con causas y con los plazos, muchas veces cortos, que da el Poder Judicial. Sin embargo, es uno de los mayores dolores de cabeza de estudios litigantes y empresas de cobranza, y se convierte en un dolor de cabeza mucho más grande en el segundo en el que se empieza a trabajar con un volumen alto de causas judiciales, después de todo:

¿Cómo puedes estar siempre al tanto de tus causas cognitivas?

Hay diferentes métodos y prácticamente todos los estudios y empresas ocupan uno diferente, sin embargo, estos son las 3 maneras más efectivas de llevar un control de tus causas y no perder un plazo.

Aprovecha las plataformas tecnológicas de tramitación electrónica

Si estás en Chile desde que entró en vigencia la ley 20.886 ahora todos los procesos judiciales se documentan en la plataforma del Poder Judicial. Allí puedes ver todos los movimientos de cada una de tus causas sin necesidad de ir a los tribunales.

Implementa un software que te permita automatizar la gestión

Un software, como CaseTracking, te permite gestionar tus causas de manera expedita, ordenada, actualizada y sobretdo automatizada lo que  significa que es tal cual como tener una persona buscando toda la información, categorizándola y enviándote notificaciones cada vez que ha ocurrido un movimiento. Además es 100% digital y reduce al máximo el error humano. En resumen, el software correcto te permite ahorrar trabajo y tiempo al tiempo que te permite mantenerte al corriente de todos los movimientos y escritos.

Mantén un documento de excel actualizado

Otra manera de llevar el control de tus causas es mantener toda la información, así como los plazos en un documento de excel que tengas compartido con el resto de tu equipo.

Al final del día, se trata de elegir un método que te acomode a tí y a tu práctica legal y que se ajuste a las necesidades específicas de las causas que manejas.