Perfil de un abogado exitoso en la nueva normalidad

La pandemia generada por el COVID-19 ha cambiado de manera radical el modo de vida y de trabajo que antes conocíamos. Drásticas medidas de prevención como la cuarentena han sido aplicadas en muchos países, impactando en las empresas y en los profesionales de todos los sectores, incluyendo el legal. Por tanto, las características de un abogado en la actualidad distan mucho de ser las mismas que eran antes. 

Las firmas de abogados han tenido que migrar el lugar de trabajo de las oficinas a los hogares. Así, el teletrabajo ha llegado para quedarse casi de forma permanente, incluso en los años venideros post pandemia. Esto hace que los letrados experimenten una transformación importante en su sector, y es momento de tomar una nueva postura en donde la resistencia al cambio no tiene cabida y donde hay que aceptar que el perfil y las características de un abogado están evolucionando de manera forzosa y acelerada hacia el trabajo inteligente.

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¿Cuáles son las características de un abogado en la nueva normalidad?

Hoy día, existen nuevos esquemas y modalidades desde el punto de vista laboral, jurídico y tecnológico a los que un profesional del derecho debe adaptarse para poder tener éxito. En este contexto, algunas de las principales características de un abogado exitoso en la nueva normalidad son las siguientes:

  1. El nuevo abogado se caracteriza por ser resiliente

Tras la contingencia por el coronavirus, mantener la continuidad del trabajo en las firmas de abogados representó todo un reto, al tener que reinventarse para seguir laborando desde el confinamiento. En consecuencia, superar situaciones fuertes es, sin duda, una de las mayores características de un abogado actual, quien poco a poco ha aprendido a superar las dificultades que implica la cuarentena y a desarrollar valores de resiliencia. 

Ante esta eventualidad, los abogados están más preparados para trabajar bajo presión, afrontar problemas complejos y tomar decisiones acertadas en tiempos de incertidumbre. Además, el nuevo abogado ha aprendido a ser positivo en la adversidad, a conocer actitudes de sí mismo que antes ignoraba y que elevan su potencial, y a seguir proyectándose en el futuro; a pesar de que las situaciones actuales no sean las más favorables. 

  1. El nuevo abogado se caracteriza por trabajar mejor en equipo

El hecho de que no haya una oficina y una interacción física con el equipo de trabajo, no quiere decir que la comunicación debe perderse o que el trabajo debe individualizarse. Al contrario, ante estas circunstancias, los abogados están cada vez más conectados para que el trabajo sea coordinado y efectivo.

Por lo tanto, entre las características de un abogado en la nueva normalidad, se encuentran la capacidad de trabajar en equipo y mantener una comunicación constante en todos los niveles de la firma. Esto a través, por ejemplo, de reuniones virtuales recurrentes para alinearse sobre tareas en conjunto, discutir y plantear nuevas ideas, y finiquitar los pendientes de forma más precisa y puntual. 

  1. El nuevo abogado se caracteriza por ser más productivo

En consonancia con las demás características de un abogado, la productividad empresarial es muy importante, siendo el uso inteligente del tiempo uno de los factores más determinantes. Y es que el objetivo de toda firma es que cada letrado pueda facturar más en menos tiempo. Esto se logra solo cuando el abogado gestiona mejor su tiempo de trabajo y dedica más esfuerzo a labores de importancia jurídica, que sean rentables para la empresa, en vez de a tareas administrativas o de cualquier otro tipo consideradas como enemigas de la productividad legal.

Por lo tanto, el nuevo abogado sabe organizar su tiempo, priorizar sus tareas pendientes y delegar otras funciones que, aunque importantes, no son prioritarias en su labor, como la facturación y el cobro a clientes. Así, el abogado puede invertir la mayoría de su tiempo en actividades jurídicas productivas que se traducen en ganancias económicas para la firma. 

  1. El nuevo abogado se caracteriza por aprovechar la tecnología

Para que un abogado pueda trabajar mejor en equipo y optimizar su productividad de forma remota, necesita el apoyo de herramientas digitales y seguras que le permitan agilizar su labor.  Así, las características de un abogado en la nueva normalidad se consolidan con el uso de tecnologías jurídicas, las cuales no solo sirven para optimizar los procesos, sino que, además, hacen más competitiva a la firma en el mercado.

Por ejemplo, existen software de legaltech que le permiten al letrado sincronizarse directamente con páginas judiciales de cualquier país, con la finalidad de gestionar todos los casos jurídicos a través de internet. También, estas permiten programar audiencias, gestionar la cartera de clientes, automatizar el proceso de facturación, analizar los niveles de rentabilidad de cada cliente, entre muchas otras funciones. Gracias a este tipo de herramientas, el perfil del abogado se convierte en un talento digital de alto rendimiento para la organización

¿Por qué el perfil de un abogado ya no será igual que antes?

La pandemia generada por el COVID-19 ha obligado a todas las empresas a ver cada hogar como un lugar de trabajo. Sin embargo, muchos abogados no contaban con las herramientas necesarias para darles continuidad a sus casos, gestionar las firmas en remoto, mantener la comunicación con sus clientes o hacer seguimiento a sus causas de forma remota.

En definitiva, las características de un abogado han debido cambiar y reinventarse para adaptarse a esta nueva normalidad. Y es que, lo que en un principio parecía tener un panorama negativo, terminó siendo todo lo contrario, las múltiples ventajas del teletrabajo han favorecido considerablemente el desempeño de los letrados. Actualmente, los abogados han descubierto nuevas tecnologías que, de no ser por el confinamiento, no se hubiesen motivado a implementar.

La cuarentena ha motivado que las firmas se actualicen con sistemas cada vez más sofisticados, efectivos, amigables y potentes. Pero no solo eso, gracias a las soluciones en la nube, los abogados han descubierto la experiencia de trabajar desde cualquier parte del mundo, a cualquier hora del día (24/7) y mediante cualquier dispositivo (PC, laptop, tablet o smartphone). Esto ha demostrado que no es necesario estar en una oficina para explotar todo el potencial laboral.

Hoy en día, más que estar sentado en una oficina, el perfil del abogado digital necesita herramientas que le permitan sacar el máximo provecho a su tiempo de trabajo. Tal es el caso, por ejemplo, de CaseTracking, un programa en la nube capaz de conectarse con las páginas de los Poderes Judiciales a través de internet para gestionar las causas jurídicas de forma remota, también permite coordinar flujos de trabajo, programar audiencias, entre otras funciones.

Por otro lado, si el objetivo es automatizar tareas secundarias como la facturación, el cobro masivo a clientes y el registro de horas trabajadas, TimeBillingX es la herramienta oportuna. Este software no solo les ahorra tiempo valioso a los abogados, sino que también emite análisis de business intelligence sobre el rendimiento de los letrados y sobre la rentabilidad de cada uno de los clientes. 

Finalmente, el trabajo remoto ha llegado para quedarse y, con ello, una generación de abogados altamente efectivos y exitosos gracias a la tecnología. 

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